La recién publicada Declaración sobre el clima de inversión de 2023 en la República Dominicana es el ejemplo más reciente de cómo el Departamento de Estado de los Estados Unidos no puede decidir si decir la verdad o pasar por alto el peligroso estado del sistema legal y de justicia dominicano.

No debería sorprendernos. Designados políticos como el Secretario de Estado Antony Blinken y la Administradora de la Administración de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), Samantha Power, han hecho todo lo posible para brindar por el gobierno del Presidente Luis Abinader a pesar de que la propia Oficina de Democracia, Derechos Humanos y Trabajo del Departamento de Estado emitió un duro Informe de Derechos Humanos 2022.

Blinken y Power llaman a la República Dominicana un “punto brillante democrático”, mientras que otros funcionarios de sus agencias documentanasesinatos ilegales o arbitrarios cometidos por fuerzas de seguridad gubernamentales; tratos o castigos crueles, inhumanos o degradantes por parte de la policía y otros agentes gubernamentales; condiciones penitenciarias duras y potencialmente mortales; Detención arbitraria; interferencia arbitraria con la privacidad” y “corrupción gubernamental grave”.

El reporte de Clima de Inversión hace un zig-zag entre advertencias sobre las “aborrecibles” condiciones laborales, intimidación policial, procedimientos judiciales poco confiables y falsedades descaradas que colman de elogios a Abinader.

El informe celebra a Abinader por nombrar a fiscales penales que no se centran en opositores políticos, cuando una investigación reciente del Daily Caller encontró que el gobierno de Abinader “ha encarcelado a varios de sus opositores políticos en un país donde el 70% de todos los prisioneros están en ‘prevención’. detención’: un sistema que no requiere cargos ni pruebas de delito para encarcelar”.

El reporte sobre el Clima de Inversión también afirma, sin atribuir, que Abinader “ha hecho un esfuerzo concertado para respetar la autonomía de la fiscalía general y del Ministerio Público en general”. En contraste, el Índice de Capacidad para Combatir la Corrupción anual de 2023 del Consejo de las Américas afirma que los procesamientos de Abinader “se han centrado principalmente en” la oposición y calificaron a la República Dominicana entre los más bajos de la región en cuanto a independencia procesal.

¿Por qué los funcionarios políticos designados en la Administración Biden están trabajando tan duro para disimular las escandalosas violaciones de derechos humanos en la República Dominicana que sus propios departamentos han descubierto?

El gobierno de Abinader no perdió tiempo en calificar el reporte sobre el Clima de Inversión de 2023 como una victoria total para ellos. “Los Estados Unidos valoró positivamente los esfuerzos de la actual administración del Gobierno de República Dominicana bajo el liderazgo del presidente Luis Abinader”, pregonó un comunicado de prensa de la Embajada de RD en Washington.

Debido a las declaraciones políticas engañosas incluidas en el informe, la Administración Biden desperdició cualquier influencia para defender los intereses de los inversores estadounidenses que enfrentarán dificultades extremas a manos de los lacayos de Abinader. El informe afirma que los inversores en la República Dominicana han advertido al gobierno de Estados Unidos que “la influencia indebida en las decisiones judiciales estaba generalizada” y que “el sistema judicial local no es confiable o está parcializado en su contra, y que intereses especiales e individuos poderosos pueden utilizar el sistema legal a su favor”.

Además, el informe da cobertura a Abinader mientras el sistema de justicia en general se hunde en un desastre humanitario. Este año, la Oficina Nacional de la Defensa Pública (ONDP) dominicana informó que el 70 por ciento de los tras las rejas se encuentran bajo orden de prisión preventiva en violación de la Convención Americana sobre Derechos Humanos. Esta inclinación por la prisión preventiva ha provocado el hacinamiento en las cárceles de la República Dominicana, que están a un 164 por ciento de su capacidad y los detenidos enfrentan “tratos crueles, inhumanos y degradantes y falta de acceso a atención médica”, según la ONDP.

Por razones que aún no están claras, la Administración de Biden está permitiendo que Abinader se salga con la suya cometiendo atroces violaciones de derechos humanos, injusticia sistémica y atacando a críticos y opositores políticos. Esto sólo puede dejar a los inversores estadounidenses preocupados por si su propio gobierno los defenderá si Abinader viene a por ellos a continuación.