La junta inaugural de la Cumbre de Líderes de la Alianza de las Américas para la Prosperidad Económica (APEP) en Washington se enfrentó una lluvia de críticas hacia el presidente Joe Biden desde dentro de su propio Partido Demócrata y funcionarios de América Latina que salieron dudando del compromiso de Estados Unidos con la región.
La declaración conjunta firmada el viernes y emitida por la Casa Blanca incluye un “compromiso colectivo” con el “estado de derecho”, los “derechos humanos universales”, los “derechos laborales” y las “libertades fundamentales en las Américas”.
Entre esos que firmaron estaba el presidente Luis Abinader de la Republica Dominicana, no solo días después de que el Departamento del Estado de EE.UU publicó un reporte advirtiendo de “asesinatos ilegales o arbitrarios cometidos por fuerzas de seguridad gubernamentales; tratos o castigos crueles, inhumanos o degradantes por parte de la policía y otros agentes gubernamentales; condiciones penitenciarias duras y potencialmente mortales; Detención arbitraria; interferencia arbitraria con la privacidad” y “corrupción gubernamental grave”.
Peor aún, Abinader fue recibido para una fotografía en la Casa Blanca por el presidente Biden, quien no cuestionó a Abinader sobre la ruptura del estado de derecho y el debido proceso que condujo a una crisis humanitaria en las cárceles superpobladas de la República Dominicana, donde el 70% de los reclusos Los bares están bajo órdenes de “detención preventiva”, nunca ven el interior de una sala de audiencias y enfrentan condiciones abominables en violación de los llamados “valores compartidos” expresados en la declaración de la APEP.
Biden no condenó las escandalosas y horrendas condiciones laborales de los trabajadores en la República Dominicana hoy. Una investigación reciente encontró que el uso de prácticas de tipo trabajo forzoso en el país estaba generalizado, particularmente contra inmigrantes haitianos, y equiparó estas prácticas con una forma de “esclavitud moderna”. El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos también ha emitido una Orden de Retención de Liberación (WRO, por sus siglas en inglés) sobre ciertos productos producidos con trabajo forzoso provenientes de la República Dominicana.
Esta tormenta de desfacción y criticismo del APEP oscilo entre “moviendo los objetivos” de la cumbre que generó críticas del senador Tim Kaine (D-VA), un importante partidario de Biden, así como de un analista que acusó a la Administración de Biden de utilizar la cumbre para “marcar la casilla… que recuerdan a América Latina, y para fingir que tienen un plan”.
Pero el horrendo blanqueamiento historial de derechos humanos de Abinader fue uno de los errores más evidentes de una cumbre que claramente no logró lograr avances significativos en áreas destacadas en la Declaración Conjunta.